Cloud-native: construir para la escala
Cloud-native: construir para la escala En la nube, escalar no es solo aumentar instancias. Se trata de diseñar sistemas que respondan al tráfico, a fallos y a costos. La idea central es mantener servicios pequeños, sin estado compartido y automatizar cada paso. Principios clave Desacoplar componentes: las APIs deben ser claras y las dependencias mínimas, para que cada servicio pueda crecer de forma independiente. Estado fuera de proceso: almacena datos en bases o caches externas, no dentro del servicio, para facilitar el reparto de carga. Automatización e infraestructura como código: todo se despliega desde código; cambios reproducibles reducen errores. Observabilidad: métricas, logs estructurados y trazas permiten ver problemas antes de que afecten a los usuarios. Resiliencia y tolerancia a fallos: circuit breakers, reintentos con backoff y timeouts evitan caídas en cascada. Seguridad y gobernanza: políticas consistentes, gestión de secrets y control de accesos en todas las capas. Patrones prácticos Contenedores y orquestación: usar Docker y Kubernetes para despliegues escalables y portables. Servicios administrados: bases de datos, colas y caches gestionados reducen operaciones. CI/CD y GitOps: despliegues automáticos, pruebas en cada commit y un flujo de verificación claro. Infraestructura como código: Terraform, Pulumi o CloudFormation para reproducibilidad. Pruebas de rendimiento: validar picos de tráfico en staging antes de pasar a producción. Ejemplos simples Una API de pedidos puede crecer horizontalmente al añadir más pods y usar un caché para lecturas frecuentes. Con una base de datos gestionada y un pipeline de despliegue, cada cambio llega a producción con trazabilidad y sin interrupciones. ...