Cloud security y cumplimiento en LATAM

En LATAM, la adopción de la nube ofrece mayor agilidad y reducción de costos, pero exige controles de seguridad y cumplimiento. Aunque las leyes varían entre países, comparten principios: proteger datos, gestionar identidades y demostrar responsabilidad ante reguladores y clientes. La responsabilidad entre empresa y proveedor de nube debe quedar clara desde el inicio.

Desafíos comunes

  • Fragmentación regulatoria: normas de privacidad y retención distintas por país.
  • Localización de datos: preguntas sobre dónde viven los datos y quién puede acceder a ellos.
  • Escasez de talento: pocos especialistas en seguridad y cumplimiento en varios mercados.

Buenas prácticas

  • Mapa de datos: clasificar información sensible y decidir dónde se almacena, cifrar y qué acceso conceder.
  • Gobernanza de identidades: MFA, roles y revisiones regulares de privilegios.
  • Controles técnicos: cifrado en reposo y en tránsito, registros de auditoría, monitoreo y alertas.
  • Cumplimiento por diseño: incluir requisitos legales y de privacidad desde la planificación.
  • Evaluaciones de proveedores: due diligence y certificaciones como ISO 27001, SOC 2 o PCI-DSS.

Casos prácticos

  • Documentar flujos de datos: qué datos salen de sistemas locales y hacia qué servicios en la nube llegan.
  • Pruebas de respuesta a incidentes: definir roles e indicadores y realizar ejercicios periódicos.
  • Protección de datos personales: minimizar la información, anonimizar cuando sea posible y aplicar retención adecuada.

Cómo empezar

  • Identificar marcos relevantes por país.
  • Establecer un programa de seguridad en la nube con responsables y metas simples.
  • Elegir proveedores con presencia regional y certificaciones reconocidas.
  • Medir y mejorar con métricas básicas, como tiempos de detección y cumplimiento de plazos.

Con este enfoque, las empresas en LATAM pueden aprovechar la nube sin perder control y con mayor protección de datos.

Key Takeaways

  • Comprender marcos locales y aplicar buenas prácticas de gobernanza.
  • Diseñar la seguridad desde el inicio y realizar pruebas periódicas.
  • Elegir proveedores regionales certificados y medir el progreso de cumplimiento.